Una mañana Konyek pudo demostrar que era muy valiente,
porque al amanecer Nube de Noviembre se escapó del cercado corriendo detrás de
una mariposa y se alejó mucho. Konyek se dio cuenta de que no estaba el becerro
y salió en su busca, cuando lo encontró estaba rodeado por dos chacales que
querían comérselo, entonces Konyek lanzó
piedras a los chacales y logró espantarlos, luego regresó con Nube de Noviembre
a la aldea.
Adrian Navalón Paniego
(5ºA)
Koniek: un niño masai
Nube de Noviembre: su becerro favorito
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